Paciente masculino, 38 años de edad, es referido al Instituto de Diagnóstico Maxilofacial (IDM) para evaluación por posible fractura mandibular.
A la evaluación de la radiografía panorámica se aprecia trazo de fractura que se extiende del reborde alveolar correspondiente a la pieza 3.7 hacia el reborde basal mandibular, asociada a la corona de la pieza 3.8. Así mismo se aprecia una imagen radiolúcida de limites definidos y bordes parcialmente corticalizados asociada a la fractura. Se aprecia lecho alveolar correspondiente a la pieza 3.7. (Figura 1)
A la evaluación de la tomografía volumétrica (CBCT) en cortes axiales (Figura 2), transaxiales (Figura 3) y tangenciales (Figura 4), se evidencia trazo de fractura con desplazamiento lateral y fragmentos óseos en la tabla vestibular, asociada a la pieza 3.8 que se encuentra impactada en posición horizontal, se aprecia también una imagen hipodensa de limites definidos que ocasiona el desplazamiento caudal del conducto dentario inferior asi como el adelgazamiento de las tablas óseas vestibular, lingual y del reborde basal mandibular. Imágenes sugerentes de lesión tumoral benigna.
En las reconstrucciones 3D se observa claramente el trazo de fractura (Figura 5), su relación con la lesión y con la pieza 3.8. (Figura 6)
Conclusión: Fractura mandibular asociada a lesion tumoral benigna
Paráfrasis
Una fractura ósea, es una discontinuidad completa o parcial de un hueso. Una fractura patológica de la mandíbula se define como una fractura causada por una patología ósea previa, y su incidencia es menor al 2% de todas las fracturas faciales. La patogenia de la fractura patológica no es del todo clara, pero algunos autores hablan de trauma mínimo o inadecuado que causa una fractura en una lesión ósea preexistente. Su etiología viene determinada por impactos en el tercio inferior de la cara siendo los más frecuentes los accidentes de tráfico, si bien las agresiones, caídas, accidentes domésticos, armas de fuego, explosiones o la práctica de deportes de alto riesgo, son otras causas de menor frecuencia.
El agente puede ocasionar la fractura por mecanismo directo (produciéndose la fractura en el lugar del traumatismo) o indirecto (muy frecuente la fractura condílea en fuertes traumatismos sinfisarios). Los niños presentan una menor incidencia de este tipo de fracturas debido principalmente a que poseen una mayor elasticidad ósea. Las fracturas cuya línea sigue una trayectoria anterioinferior, es decir, hacia abajo y adelante se consideran fracturas horizontales favorables, porque la fractura tiende a la estabilidad por acción de la musculatura anterior y posterior (músculo masetero y pterigoideo interno). En las fracturas verticales desfavorables la línea transcurre desde atrás hacia delante y hacia dentro.
Referencias:
- Rojas S, René A; Julián G, Lankin B. Fracturas mandibulares: Experiencia en un hospital de trauma. Rev. méd. Chile 2002; 130 (5): 537-543.
Enlace aquí - Bouguila J., Córdova Jara L., Zairi I., Adouani A.. Fractura patológica de la mandíbula asociada a quiste radicular: Reporte de 3 casos clínicos. Rev Esp Cirug Oral y Maxilofac 2008; 30( 4 ): 281-285.
Enlace aquí. - Morgan Y, Quintana F, Cobián O. Fracturas mandibulares en el hospital universitario “General Calixto García” 2010-2011Revista Habanera de Ciencias Médicas 2013;12(Supl):57-64.
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Autor: CD. Luis Alberto Cueva, Mg. CD Esp. Andrés Agurto Huerta