Paciente de sexo masculino de 18 años de edad acude al Instituto de Diagnóstico Maxilofacial para evaluación de terceras molares por motivo de exodoncia.
A la evaluación de la radiografía panorámica se evidencia aparatología fija para ortodoncia en el maxilar superior, leve apiñamiento dentario del sector anteroinferior, ausencia de la pieza 21 y terceras molares retenidas e impactadas. Siendo lo mas resaltante la imagen radiolúcida pericoronaria asociada a la cara distal de la pieza 48, la cual es de forma redondeada, con limites definidos y bordes corticalizados. (Figura 1)
En la tomografía volumétrica de has cónico confirmamos la entidad previamente descritas, adicionalmente se visualiza un compromiso de tabal ósea lingual con una medición volumétrica de 0.08 mm3 y con un origen a nivel de zona cervical. (Figura 2, Figura 3 y Figura 4).
En las reconstrucciones 3D se evidencia lo descrito previamente de manera ilustrativa así como su repercusión con las estructuras óseas y dentarias adyacentes. (Figura 5, figura 6 y Figura 7)
Conclusión:
- Hiperplasia folicular vs lesión quística en formación
Paráfrasis:
Los sacos pericoronarios, son parte de las estructuras inmaduras que componen la porción ectomesenquimatosa de los gérmenes dentarios.
Se compone de tejido conectivo fibroso y con frecuencia contiene residuos epiteliales de la odontogénesis, que podría ser el punto de partida de alguna patología. Radiológicamente, aparece como una imagen radiolúcida pericoronal delgada considerada normal por algunos autores cuando se es menor de 3 mm de espesor y por otros cuando no es más gruesa que 2,5 mm.
Sin embargo, múltiples lesiones de origen odontogénico (lesiones quísticas y tumorales) en un estadío inicial no se pueden diferenciar imagenológicamente de una simple himperplasia folicular, motivo por el cual esta indicado realizar un análisis histopatológico de los tejidos pericoronarios luego de la realización de algún procedimiento quirúrgico.
Bibliografía:
Equipo de Investigación IDM