Para la obtención de imágenes en otorrinolaringología, se han establecido diferentes modalidades: por ejemplo, para la representación de estructuras óseas, la tomografía computarizada es ampliamente aceptada. Las dos regiones donde se aplica principalmente son la base del cráneo anterior y la base del cráneo lateral.
La indicación principal para obtener imágenes en estas regiones es la visualización de patologías o variantes anatómicas para la planificación de procedimientos terapéuticos, como una operación para minimizar posibles complicaciones. En el caso de las imágenes de partes blandas, se prefiere la resonancia magnética (RM) o la ecografía. En los últimos años se ha encontrado una alternativa equivalente, al menos para las estructuras óseas, concretamente la tomografía computarizada de haz cónico (TCHC), que, al igual que la TC convencional, se basa en la aplicación de rayos X.
La TCHC ofrece una buena resolución espacial y una reconstrucción detallada con una dosis de radiación más baja en comparación con CT médica. Básicamente, la radiación más baja da como resultado una imagen con mayor ruido. Sin embargo, en la rutina diaria, la calidad de las imágenes es lo suficientemente buena para que tenga un valor diagnóstico. Por lo tanto, podría ser una buena alternativa para la tomografía médica, especialmente en niños. Otra ventaja es que la TCHC es muy rápido, por lo general toma solo un tiempo entre 9-18 segundos, y por lo tanto es una buena alternativa para pacientes con menor cumplimiento. Además, es un dispositivo abierto, por lo que para las personas claustrofóbicas y los niños ansiosos en particular, puede ser una mejor alternativa.
Hasta la fecha, mientras que los estudios más recientes han analizado las diferencias entre TC y TCHC, no hay una declaración clara sobre las indicaciones de TCHC en imágenes de cabeza y cuello en niños. Walliczek-Dworschak U, et al. realizaron una investigación con el objetivo de analizar y discutir posibles aplicaciones de la TCHC en niños y comparar estas indicaciones con las de adultos.
La TCHC es una buena alternativa a la TC convencional como una técnica de imagen de estructuras óseas tanto en niños como en adultos. Las indicaciones más frecuentes para imágenes de la base del cráneo anterior en niños son el traumatismo medio facial, alteraciones en la respiración nasal por obstrucción y la rinosinusitis crónica en comparación con la imagen de la base del cráneo lateral, cuyas indicaciones más frecuentes son el colesteatoma, la otorragia y el control de la posición del implante coclear. En caso de afectación del tejido blando (por ejemplo, complicaciones orbitales / centrales), se debe realizar una resonancia magnética o una TC. Un objetivo debería ser una reducción consiguiente de la exposición a la radiación mediante la indicación adecuada del FOV.
Figura 1: Principales indicaciones de la tomografía computarizada de haz cónico en la especialidad de Otorrinolaringología
Figura 2: Aplicación de la TCHC en el diagnóstico de fracturas del tercio medio facial.
Figura 3: Reconstrucción volumétrica 3D con algoritmo de partes blandas. A: oído interno. B: cóclea. C: CAI (VS: vestibular superior; NF: nervio facial; VI: vestibular inferior; NC: nervio coclear). D: canales semicirculares.
Figura 4: Colesteatoma ático-antromastoideo. A: vista coronal; B: ausencia pared lateral, segmento timpánico VII par; C: reconstrucción 3D algoritmo partes blandas, otoscopía virtual; D: ocupación del antro mastoideo.
Figura 5: Aplicación de la TCHC en el diagnóstico de obstrucciones de las vías aéreas. En el presente caso se muestra el aumento de tamaño de la amígdala adenoidea ocasionando una obstrucción de la vía aérea (nasofaringe)
Referencia:
- Walliczek-Dworschak U, Diogo I, Strack L, et al. Indications of cone beam CT in head and neck imaging in children. Acta Otorhinolaryngologica Italica. 2017;37(4):270-275. doi:10.14639/0392-100X-1219.
Autores: C.D Luis Alberto Cueva, Mg. Esp. Andrés Agurto Huerta
