A la evaluación de la radiografía panorámica (Fig. 1) se evidencia la presencia de una pieza supernumeraria en posición horizontal, proyectada sobre las raíces de las piezas 1.1 y 1.2, con el ápice proyectado sobre la linea media maxilar. También se aprecia la pieza 2.6 con restauración coronaria y tratamiento de conductos, con aparente proceso osteolítico apical y marcado engrosamiento del espacio para el ligamento periodontal por mesial. En el maxilar inferior se observa la pieza 3.6 con restauración coronaria ocluso distal, obturación cameral y obturación subextendida de conductos mesiales con imagen radiolucida apical. Además, se observa la pieza 4.6 con amplia pérdida de estructura dentaria coronal y material de obturación de conductos, apreciandose proceso osteolítico en ambas raíces a predominio de la raíz mesial, con compromiso de furcación. Asi mismo se observan múltiples restauraciones coronarias.
En cortes tangenciales (Fig. 2) a nivel vestibular se aprecia las raíces vestibulares de la pieza 2.6, y se evidencia un leve sobrepase del material de obturación de conducto en la raíz mesial, asi como un proceso osteolítico que se extiende a zona de furcación; así mismo en la pieza 2.7 se aprecia el acortamiento de longitud de la raíz vestibular y su bifurcación a nivel del tercio apical. En el corte medio también se aprecia el compromiso de la furcación de la piezas 2.6 y una imagen hiperdensa correspondiente a un resto de material de obturación de conducto, además se observa el compromiso del piso de seno maxilar condicionando el engrosamiento de la mucosa del seno maxilar a nivel basal (mucosítis apical) y en la pieza 2.7 se observa el alargamiento de la cámara pulpar. En el corte palatino se observa la raíz palatina de pieza 2.6 con proceso osteolítico apical de limites definidos.
En cortes axiales de pieza 2.6 a diferentes niveles (Fig. 3) se observa en el tercio cervical la obturación de cuatro conductos radiculares (doble conducto en la raíz mesiovestibular). En el tercio medio se observa el compromiso a nivel de la furcación; y en el tercio apical se evidencia el proceso osteolítico condicionado por la sobreobturacion de conductos, asi como la erosion de la tabla ósea vestibular a nivel apical de raíz mesiovestibular.
En cortes transaxiales de la pieza 2.6 (Fig. 4), se muestra la amplia zona de rarefaccion y la erosión del piso del seno maxilar en relacion con la raiz palatina, así mismo se observa una imagen hipodensa a nivel del tercio medio de esta, probablemente correspondiente a un proceso de reabsorcion radicular interna. Además se evidencia la deficiente obturación de los conductos radiculares. En la Pieza 2.7 (Fig. 5) se observa la restauración coronaria junto a una lesion cariosa recidivante amplia y profunda con aparente compromiso pulpar. Nótese el acortamiento de la longitud radicular, la ausencia de constriccion cervical y la ampliación de la camara pulpar en sentido ocluso-apical, Signos tomograficos correspondientes a anomalía de la morfologia dentaria sugerente de Taurodontismo.
En las reconstrucciones tridimensionales (Fig. 6) se observan los signos tomográficos descritos en las imágenes anteriores de forma mas ilustrativa.
Paráfrasis:
El taurodontismo se define como una anomalia en la forma del diente, producido por el fracaso de la vaina epitelial de Hertwig al invaginar a un nivel horizontal adecuado, y teniendo como características principales una cámara pulpar alargada con el desplazamiento apical del piso de esta y la ausencia de la constricción cervical lo cual lleva a tener un diente de forma rectangular y con una bifurcación o trifurcación desplazada hacia apical. El término taurodontismo proviene del término latin tauros, el cual quiere decir toro, y de termino griego odus que quiere decir diente, el término fue introducido por primera vez por Sir Arthur Keith en 1913 para describir molares parecidos a dientes de toros.
Shaw, en 1928, clasificó el taurodontismo en subgrupos: hipotaurodontismo, mesotaurodontismo e hipertaurodontismo (4)(5). La clasificación de Shaw ha sido la más extendida pero es subjetiva, por lo que sucesivos intentos de clasificación han sido realizados a posteriori, como el de Keene en 1966, que analizó dos variables para clasificar el taurodontismo: la altura del techo al suelo de la cámara pulpar (A) y el tamaño del diente (B), medido hasta la raíz más larga. Según Keene, un diente es taurodóntico cuando al dividir A entre B y multiplicar por 100 se obtiene un porcentaje mayor del 25%. De esta forma, los grados de taurodontismo determinados por este autor son: diente normal, rango 0-24,9%; hipotaurodontismo, rango 25-49,9%; mesotaurodontismo, rango 50-74,9%; e hipertaurodontismo, rango 75-100%.
Algunos reportes han descrito una asociación entre taurodontismo, la herencia familiar y malformaciones genéticas. Se presenta con mayor frecuencia en pacientes con labio leporino y paladar fisurado, ademas está asociado con síndromes tales como Síndrome de Down, Síndrome de Klinefelter, Síndrome de Apert, Síndrome de Mohr y el Síndrome Tricodento-óseo. Sin embargo, hoy en día se considera una variante anatómica que puede presentarse en la población normal.
Referencias Bibliográficas:
1. Jafarzadeh H, Azarpazhooh A, Mayhall JT. Taurodontism: A review of the condition and endodontic treatment challenges. International Endodontic Journal, 41, 375–388, 2008.
2. SUBRAMANIAM EM, MUTHU MS, SIVAKUMAR N. NON-SYNDROMIC TAURODONTISM. Pakistan Oral & Dent. Jr. 24 (2) Dec 2004, 139-144.
Autor : C.D. Esp. Carlos Andrés Espinoza Peña, C.D. Esp. Ricardo Palti Menéndez, Mg. Esp. C.D Andrés Agurto Huerta.