188 – Imágenes de reconstrucción 3D de tomografía computarizada con haz cónico aplicadas a fracturas maxilofaciales: Un estudio de caso y una mini revisión

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Las fracturas maxilofaciales, son una complicación común del trauma maxilofacial. Entre los casos clínicos de trauma oral y maxilofacial, la incidencia de fracturas maxilofaciales está aumentando. Los accidentes de tráfico se han convertido en la principal causa de lesiones maxilofaciales, que representan más del 50%. Entre los diferentes tipos y ubicaciones de lesiones, las fracturas de la mandíbula inferior son la presentación más frecuente, representando el 46.5% de todas las fracturas maxilofaciales, seguidas por traumatismos óseos cigomáticos (34.9%) y traumatismos óseos nasales (21.7%).

La evaluación precisa de la ubicación, el desplazamiento y la extensión de la fractura ósea es esencial para el diagnóstico y tratamiento de las fracturas faciales, que requieren exámenes clínicos y de imágenes por rayos X. Las técnicas de imagen incluyen la radiografía tradicional, como los cefalogramas panorámicos y laterales, las radiografías posteriores de mordida y las radiografías periapicales anteriores; tecnología tradicional de CT; y tomografía computarizada con haz cónico (CBCT).

La CBCT se aplicó por primera vez a las imágenes dentomaxillo-faciales en 1998. Esta técnica es adecuada para obtener imágenes de dientes y tejidos duros en la región maxilofacial. Los datos tomográficos en 3D de CBCT se obtienen durante una rotación única del tubo de rayos X y el escáner entre el sensor y el paciente; el haz de rayos X tiene forma de cono (de ahí el nombre de la técnica), que difiere considerablemente de la TC médica.

La CBCT tiene múltiples ventajas, incluyendo baja dosis de radiación, bajo costo, tiempo de escaneo rápido, bajo número de artefactos, análisis de imágenes en tiempo real y mayor resolución y precisión en todas las imágenes 3D del hueso alveolar en comparación con la TC. Con el rápido desarrollo de la tecnología radiológica, CBCT se ha utilizado comúnmente en la práctica clínica de la odontología y la medicina para fines tales como el análisis de la posición de raíz y la estructura, el diagnóstico de lesiones en las vías respiratorias y las estructuras circundantes, evaluación de la articulación temporomandibular, determinación de las posiciones de los dientes impactados, planificación quirúrgica ortognática, evaluación de las asimetrías esqueléticas e identificación de la posición del nervio alveolar inferior. Además, los procedimientos de imagen CBCT también pueden incluir imágenes de oído, nariz y garganta, lo que sugiere que las aplicaciones de CBCT se están expandiendo a ciertos procedimientos relacionados con otorrinolaringología.

Las imágenes de la  CBCT administra una baja dosis de exposición al paciente que corresponde al 3% al 20% de la dosis de una TC tradicional y es comparable a la dosis de una película de rayos X 2D pero produce imágenes de mayor resolución.

La CBCT también puede generar imágenes estáticas en 3D e imágenes reconstruidas giratorias. Además, las imágenes estáticas en 3D pueden proporcionar información en 3D sobre un sitio específico, mientras que las imágenes giratorias en 3D se pueden rotar en cada dirección, y se pueden observar cambios en los dientes y el hueso alveolar antes, durante (Figura 1) y después del tratamiento (Figura 2). Una comparación de las ventajas y desventajas de las modalidades radiológicas comunes utilizadas para evaluar las fracturas maxilofaciales se presenta en la Tabla 1.

Bibliografia:

  1. Bai L, Li L, Su K, Bleyer A, Zhang Y, Ji P, 3D reconstruction images of cone beam computed tomography applied to maxillofacial fractures: a case study and mini review. J Xray Sci Technol. 2018; 26 (1): 115 – 123
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Dpto. de Investigación IDM 

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Dr. Eduardo Calle Velezmoro

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