En el proceso de crecimiento y desarrollo de una persona existen grandes cambios nivel de los diferentes sistemas, a nivel de la nasofaringe en la niñez y en la pubertad, existe un aumento en el tejido linfoide nasofaríngeo y a la vez un desplazamiento caudal y hacia delante del macizo craneofacial que permite el paso del flujo de aire; sin embargo cuando el crecimiento de los tejidos linfoides se vuelven hipertróficos llegando a un gran tamaño o persiste en el tiempo se produce una obstrucción mecánica del pasaje de flujo de aire, lo que resulta en un aumento de la resistencia respiratoria, que lleva al niño a desarrollar mecanismos compensatorios como la respiración bucal. Esto trae consecuencias graves como las malformaciones dento-esqueléticas que se evidencian clínicamente en el niño con la presencia de la “facies adenoidea”.
La hipertrofia de estos tejidos linfáticos está asociada a procesos inflamatorios e infecciosos crónicos de las vías aéreas superiores. La patología infecciosa de las adenoides en su mayor frecuencia es de carácter viral y puede estar asociada a otras patologías como la sinusitis, la rinitis alérgica, los ronquidos y apnea del sueño.
Clasificación de la hipertrofia adenoidea en base a la nasoendoscopia y a la tomografía computarizada de haz cónico
Diversos estudios realizaron una clasificación de la hipertrofia adenoidea mediante el uso de la Nasoendoscopia. Éste examen auxiliar es considerado el “gold estándar” para determinar la severidad de la hipertrofia adenoidea. Major MP, et al. recoge las clasificaciones mediante la Nasoendoscopia y realiza la validación mediante la TCHC (ver cuadro 1).La mencionada clasificación está basada en la relación existente entra el tejido adenoideo y las estructuras adyacentes tales como el torus tubaris, el vómer y el paladar blando (ver figura 1 y 2)
Se puede utilizar la tomografía computarizada de haz cónico como herramienta de diagnóstico y de evaluación de la severidad de la hipertrofia adenoidea y el grado de obstrucción a nivel de la nasofaringe e informar al paciente oportunamente para realizar la interconsulta respectiva a la parte médica para evitar las posibles complicaciones. Se podrá establecer protocolos de estudios y de trabajo en pacientes pediátricos para descartar ésta patología.
Grado 1 (sano) | No se evidencia aumento del volumen del tejido adenoideo, la amígdala puede estar ocupando y generando una obstrucción considerada normal de 0 – 25% |
Grado 2 (leve) | Es la condición en la cual el tejido adenoideo tiene un volumen que compromete al torus tubarius. Existe una obstrucción a nivel de la coanas de 25 – 50% |
Grado 3 (moderado) | El tejido adenoideo tiene un mayor volumen, compromete al torus tubarius y a la mucosa del hueso vómer. Existe una obstrucción a nivel de las coanas de 50 a 75 % y solo es visible la parte inferior. |
Grado 4 (severo) | Es la condición en el que existe una obstrucción prácticamente completa, llega a tener contacto con el paladar blando. Existe una obstrucción a nivel de las coanas de más del 75 % |
Cuadro 1: a) Clasificación del grado de hipertrofia denoidea.
Figura 1: Clasificación de la severidad de la hipertrofia adenoidea de acuerdo a las estructuras anatómicas comprometidas Parikh SR, et al.
Figura 2: Clasificación de la severidad de la hipertrofia adenoidea validada tomográficamente por Major MP, et al.
Figura 3: Evaluación tomográfica de la vía aerea nasofaringea. A, se aprecia el aumento de tamaño de la adenoide, en B, se aprecia un via aerea amplia. C, se aprecia un crecimiento mayor de la adenoides y en D, se observa una configuracion mas estrecha de la vía aérea.
Referencia:
- Oh KM, Kim, MA, Youn JK, Cho HJ, Park YH. Three-dimensional evaluation of the relationship between nasopharyngeal airway shape and adenoid size in children. Korean J. Orthod. 2013;43(4):160–167.
Autores: C.D Luis Alberto Cueva, Mg. Esp. Andrés Agurto Huerta